jueves, 5 de mayo de 2016

Estar en Babia

"Estar en Babia" es una expresión lingüística utilizada en el día a día de los españoles, que se utiliza para expresar la ausencia de la persona, no física, sino mental, una abstracción inconsciente, es decir, estar "apijotado", despistado etc. Sin embargo, me he encontrado con gente que no sabe de dónde proviene esta expresión, y me resulta cuanto menos curioso y divertido. Así pues, porqué decimos
que estamos en Babia?

Bien, Babia es un valle leonés situado en el norte de la provincia, al lado de Laciana y Omaña; y rozando la cordillera Cantábrica y los valles asturianos de Somiedo y Teverga. Al contrario que los valles anteriores, se trata de un lugar de orografía sencilla, puesto que a pesar de la altura considerable, unos 1000 y pico metros calculo, consta de extensas llanuras de origen glaciar, rodeadas de montañas de caliza, lo que hace que existan unas corrientes de viento propicias para practicar parapente.
Babia ya no es lo que era, puesto que lo que ahora son pastos y prados para el ganado, eran en mayoría densos bosques con abundante vegetación y caza, con muchos ciervos, venados, zorros, gatos monteses y demás. Sin embargo, sigue habiendo pinares impresionantes. Ahora tiene cotos de caza, pero no son nada en comparación con lo que había hace unos cuantos años.

Y por qué decimos que estamos precisamente en esta región? Pues para empezar, podía ser por su ubicación, su relativa poca importancia geográfica, la pequeña extensión o el mero hecho de que se trata de un lugar lleno de vacas, praos, y pueblos pequeñitos.
Pero esque este sitio solía ser la residencia de verano de los reyes leoneses, que iban a descansar y a cazar, apartados de las bulliciosos lugares. Hay que contar con que Babia tiene unas altas temperaturas en verano, muy buen tiempo, y unos paisajes preciosos. Por eso, el rey de abstraía por las tierras babianas, al igual que la gente distraída se abstrae en su mundo.

Personalmente me encanta este lugar, y crecí por las peñas y las praderas del valle, bien explorando, bien observando a mi padre y sus amigos parapentistas en el cielo. Actualmente no tengo queja de un chico que es de la tierra, y sigo disfrutando de los paseos tanto en invierno como en verano por la naturaleza.

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