viernes, 27 de mayo de 2016

Deportes de contacto. Consecuencias en el sistema nervioso.

Los golpes reiterados en la cabeza durante la juventud provocados por la práctica de deportes de contacto como es el kick boxing o el rugby pueden conllevar consecuencias negativas sobre el sistema nervioso; entre ellas traumatismos encefálicos y enfermedades neurodegenerativas.

Los golpes leves pero realizados continuamente sobre la cabeza acaban por generar una encefalopatía traumática crónica (ETC), antes conocida como demencia pugilítica; que se va presentando en el individuo lentamente, puesto que al principio las conmociones son asintomáticas. Los traumatismos y hemorragias internas provocan mala coordinación, temblores y síntomas parecidos al Parkinson, así como Alzheimer temprano y atrofia cerebral.
Esto se debe a la liberación de la proteína cis P-tau en el medio celular, una mutación de la proteína tau, la encargada de garantizar la estabilidad entre los microtúbulos axonales y el citoesqueleto neuronal. Esta proteína sufre una fosforilación y desfosforilación regulada, es una de sus funciones biológicas, cambiando la estructuración celular intencionadamente. Sin embargo, la acción de diferentes enzimas ( cinasas y fosfatasas) provocan una hiperfosforización de la proteína, impidiendo la correcta ensamblación de ésta con los microtúbulos de las fibras axonales y el citoesqueleto, destruyéndolo y deshaciendo el interior celular. El efecto se extiende a otras neuronas, provocando la muerte celular y una neurodegeneración completa.

Los boxeadores y jugadores de rugby también pueden desarrollar ELA o esclerosis lateral amiotrófica; en la que las neuronas encargadas del movimiento de la musculatura voluntaria, gradualmente disminuyen su funcionamiento y mueren, provocando debilidad y atrofia muscular.
No se conoce la causa del desarrollo de esta enfermedad, pero junto con otras patologías neuronales, presenta agregados proteicos anómalos: en el citoplasma se encuentra la presencia de la proteína TDP-43. Normalmente se ubica en el núcleo de la célula, y es la encargada de regular diferentes tipos de ARN (información genética) e inhibe la transcripción del ADN, pero la localización alterada es una de las posibles causas de la muerte celular; ya sea por la ineficacia de la proteína o por la toxicidad de algunos de sus componentes.

En conclusión, los golpes conllevan trastornos cerebrales que se reflejan físicamente, psíquicamente y psicológicamente, además de las lesiones físicas y consecuencias crónicas en el resto del cuerpo, más visibles. Las lesiones cerebrales, si bien no aparecen rápidamente como las roturas, contusiones, dolores articulares y fisuras, son más graves y profundas, y pocas veces reversibles, aunque en algunos casos se puedan reducir los síntomas parcialmente.

Por ello, los deportes de contacto se deben practicar con precaución y no en exceso, comedidamente y obviamente con la mayor protección posible, puesto que se corren más riesgos que los que observamos a simple vista.

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